¿POR QUÉ NECESITAS CAPACITARTE EN FEMINISMO?
Hay muchas razones por las que la lucha por los derechos de las mujeres es fundamental en este momento de la historia. La situación de la mujer en la sociedad ha mejorado, es cierto; pero queda camino por recorrer... ¿Cómo lo hacemos?
A continuación encontrarás una suerte de guía: causas, ámbitos, y condicionantes socio-históricos que han conducido y conducen a la mujer aún hoy a una situación desfavorable, donde sus derechos más elementales se ven afectados.
Explora todos los puntos e involúcrate. ¡Tú puedes ser parte de la solución!
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Brecha laboral: un desafío impostergable
La desigualdad en el ámbito laboral es grave en América Latina. Uno de sus principales síntomas es la diferencia entre el salario que reciben hombres y mujeres, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Hoy en día, hay una diferencia del 15% entre el sueldo de un hombre y una mujer por el mismo trabajo.
En América Latina, el principio de igual remuneración por igual trabajo ha hecho que todos los países de la región ratifiquen el Convenio 100 de la OIT. Pero en la práctica, los avances no son tan rápidos.
El problema no sólo radica en la diferencia salarial que puedan percibir, sino también en los puestos de trabajo a los que las mujeres se les permite acceder. De acuerdo al reporte “Conectadas con el futuro”, elaborado por la organización Chicas en Tecnología, las mujeres encuentran especiales barreras en disciplinas provenientes de las ciencias duras o vinculadas a la tecnología.
Si aún te quedan dudas sobre la discriminación laboral por género descubre más en esta nota.
2
Participación de la mujer en la vida pública
La visión de igualdad que rige los derechos humanos supone el principio de no discriminación: la mujer es ciudadana, libre, y tiene obligaciones y derechos, al igual que el hombre.
En la vida pública, se requiere una participación real y no simbólica. Se requieren mujeres en todos los ámbitos de decisión. En el poder judicial, en los congresos, en los sindicatos, en las empresas, en la academia.
Un estudio de la ONU muestra que a febrero de 2019, solo 12 países de América Latina tenían un 30% o más de composición femenina en las Cámaras de representantes. Esto a pesar de que hay más y más demostraciones que prueban que el liderazgo de las mujeres en la adopción de decisiones políticas mejora esos procesos, pues trabajan sobre aspectos que inciden directamente en la vida social: pensiones, reformas electorales, igualdad.
Durante más de 50 años, Jessie Street fue una luchadora incansable por los derechos políticos de las mujeres. Jessie fue la primera y única mujer delegada de Australia en las Naciones Unidas, donde desempeñó un papel clave junto con Eleanor Roosevelt para garantizar que la mujer se incluyera junto a la raza y la religión como cláusula de no discriminación en la Carta de las Naciones Unidas. Conoce más de su vida y logros en esta nota. Sin dudas, una figura central en la vida política de Australia y del mundo entero.
3
Terminar con la trata
La trata es una actividad delictiva, en el que la víctima queda a disposición de otra persona que tendrá control sobre el cuerpo y la vida de esa víctima.
Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), la trata viene creciendo. Solo en Sudamérica se reportaron en 2019 1.796 víctimas – y Centroamérica tiene más víctimas por cada 100.000 personas que cualquier otra región del globo.
Las mujeres y niñas son las principales afectadas. El 82% de las víctimas en América Latina son niñas y mujeres. Pero no solo son trasladadas a otros países, sino que son esclavizadas en su propia región o país.
Algunos países son especialmente vulnerables. Aquellos con conflictos armados o pobreza extrema son un caldo de cultivo para estos delitos. Más aún, el crecimiento de las corrientes migratorias también incide en esto.
En este sentido, un desafío concreto es generar las normas para poder luchar legalmente contra la trata. Con la capacitación al alcance de la mano, es básico tener la infraestructura institucional para poder atender de manera correcta estas cuestiones. Hay que crear conciencia, educar, llamar la atención: sólo así se puede visibilizar.
Pero ¿Qué hay detrás de la esclavitud sexual? Verónica Toller, profesora del Diplomado dictado en Whetu, experta en el tema y premio Rey de España al periodismo, expone la problemática a través de testimonios de sobrevivientes en primera persona.
4
Visibilidad de la mujer en la historia
Si bien la desigualdad tiene facetas extremadamente crueles y palpables, existen otras más “sutiles” que han estado presentes en nuestra cultura desde hace siglos: un sinfín de estereotipos que han relegado a las mujeres al ámbito de lo doméstico y el anonimato.
Escritoras, artistas, activistas sociales y políticas, científicas, deportistas… no importa el área en la que se hayan destacado, las mujeres han tenido sufrido la desigualdad y la discriminación también en la conquista de los espacios públicos. Algunas veces se abrieron paso bajo una identidad distinta de la suya y, otras más, a costa de mucho sacrificio y dolor.
Es mundialmente conocido el caso de Emily Brönte, célebre escritora británica que decidió publicar su gran novela “Cumbres Borrascosas usando el nombre masculino de Ellis Bell.
5
Distintas formas de violencia
Hasta ahora hemos puesto el foco en la violencia física o sexual. Sabemos que esta no discrimina según clase social, edad, nivel de estudios, profesión o cultura. Mujeres de todo el mundo han sufrido y sufren sus consecuencias.
En este contexto se han levantado diversas manifestaciones para concientizar sobre esta problemática: desde actrices en Hollywood denunciando una serie de abusos, hasta sobrevivientes de prácticas que atentan contra la salud sexual y reproductiva, como la mutilación genital femenina.
En esta clase especial, Monique Thiteux, Licenciada en Letras y referente feminista, profundiza en un tipo de violencia mucho más sútil, pero no menos peligrosa: la violencia psicológica.
La violencia contra las mujeres tiene múltiples manifestaciones:
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psicológica
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económica
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simbólica y mediática
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doméstica, institucional y laboral
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obstétrica y contra la libertad reproductiva
La historia detrás de la foto de portada
La foto que ves como portada no fue escogida al azar. Es parte del proyecto fotográfico “Crying Meri” sobre la violencia contra la mujer en Papúa Nueva Guinea.
Al norte de Australia, Papúa Nueva Guinea se levanta en medio del océano. Quizá sea uno de los países más peligrosos para ser una mujer y es que las estadísticas así lo sugieren. Más de dos tercios de las mujeres del lugar fueron víctimas de violencia física y/o sexual y aquellas que fueron violadas constituyen el 17% del total.
El fotógrafo documental ruso, Vlad Sokhin, trabajó durante tres años en dicho proyecto y con las poderosamente conmovedoras y, a la vez, escalofriantes imágenes que produjo, sentó un testimonio visual de un valor incalculable sobre los vejámenes que las mujeres soportan diariamente en ese país.
Por tradición, en Papúa Nueva Guinea los hombres pueden casarse más de una vez y los padres de la novia reciben dinero de su parte, a cambio de entregar a su hija. El nuevo marido, por tanto, cree poseer por completo, como si fuera un objeto, a quien comienza a ser su esposa y la maltrata y humilla reiteradamente.
De todos modos, la violencia doméstica no es el único sufrimiento de las mujeres en Papúa Nueva Guinea, así como tampoco es ese el único lugar donde los derechos de las mujeres son vulnerados.
Como ahora sabes, la imagen que encabeza esta nota es un símbolo de los innumerables padecimientos de las mujeres en todo el mundo. Tu capacitación en esta área quedará al servicio de que las situaciones de vulneración de los derechos humanos de la mujer se reviertan. Porque es visible y tú lo ves, es también tu responsabilidad.